
Dicen que el que quiere hacer las obras de Dios no debe tener más prisa que Dios mismo. Debe caminar al mismo paso que Él que es eternamente. Él que ha creado las estrellas, no mide con nuestra vara las cosas. Cuánto más importante es una cosa para Él, va más despacio. La guarda mucho tiempo muy dentro, como lo más íntimo. Después la prepara desde muy lejos por caminos humildes. Dios se da prisa así.
Esto leí en el libro 'Exilio y ternura' de Eloi Leclerc.
Creo, Señor, que quieres que salga todo más despacio, que tenga más tranquilidad. Cuándo tú lo haces por algo será ya que todo lo haces fantásticamente bien. Quizás el esperar unos meses más me beneficie.

Haz que quiera siempre lo que Tú quieras.
Lunes, 4 de marzo